La Fortaleza de Poenari, lugar de refugio de Vlad Tepes, sigue siendo, en la actualidad, una fortaleza casi inaccesible. Es un objetivo maravilloso que merece la pena ser visitado, pero se llega bastante difícil a él, debido a los 1480 peldaños de cemento que suben a través de un bosque de hayas. Aquí, a una altitud de 850 metros, protegida por cuestas abruptas, se levanta la fortaleza “nido de águilas, valientes a temer”, que pertenecía a una cadena de fortificaciones que defendían la frontera nórdica de Valaquia.

La fortaleza se encuentra a una distancia de 27 km. de Curtea de Arges, en una pequeña meseta del Monte Cetatea, que pertenece al pueblo Capatanenii Pamanteni de la comuna Arefu, la provincia de Arges.

Una escalera de cemento sube desde el pie de la montaña, desde la misma carretera, hasta las ruinas de la fortaleza. Desde arriba tendrás unas de las vistas más bonitas que hayas podido admirar nunca.

Se cuenta que la fortaleza ha sido construida por Vlad Tepes, aunque en realidad él sólo la ha reconstruido. La Fortaleza Poenari – según el nombre antiguo del pueblo de Poenari – ha sido levantada, en el siglo XIV, por el príncipe Negru Voda, a quien se le atribuyen también las dos huellas del pico de una roca, y que parecen las huellas de unas botas enormes.

En el siglo XIII solamente existía una torre de piedra bruta, pero en el siglo XIV la fortificación “cubría” el pico entero, con muros gruesos de piedra rota, y revestidos en la parte superior con ladrillos. La construcción sólo podía albergar unos 30-40 soldados, suficientes para poner en dificultad los movimientos del ejército enemigo. La fortaleza tenía una forma alargada, muros gruesos de dos-tres metros y cinco torres de defensa: cuatro redondas y una prismática.

La leyenda cuenta que Vlad Tepes, al querer castigar a los comerciantes de Targoviste, los reunió un Domingo de Resurrección, vestidos de fiesta, y les mandó construir la fortaleza, en un tiempo muy corto, de sólo una semana. Sin embargo, él utilizó esta fortaleza como un refugio antes de partir hacia Transilvania. A Vlad Tepes le pertenece el mérito de retrasar, durante al menos setenta años, el avance de los ejércitos otomanos hacia el sur y el centro de Europa.

Otra leyenda más típica aún, la del mito de Drácula, es la que tiene que ver con la esposa del príncipe. Ésta cuenta que, al saber que los turcos habían conquistado la fortaleza y no queriendo ser tomada como prisionera, subió a la torre más alta de la fortaleza y se tiró, desde allí, al río que pasaba por allí. El lugar donde su cuerpo habría caído se ha vuelto rojo debido a la sangre derramada, y ha quedado así hasta la fecha, mientras que el río se llama, desde entonces, Raul Doamnei (el Río de la Señora).